viernes, 11 de mayo de 2007

BOGOTÁ TEMBLÓ EL SÁBADO

Si señores!!!! y no sólo Bogotá, se sintió el remezón en varias zonas del interior del país. El epicentro estuvo en Santander y se produjo a 156km de profundidad, pero alcanzó 6 puntos en la escala de Richter (tengo que averiguar quien es Richter y cómo funciona la escala). Como fue cerca de la media noche, muchas personas no lo sintieron. Pero realmente ese evento me sorprendió por dos razones, en evidente contraste: La primera, la rapidez, casi inmediatez como los medios de comunicación registraron el hecho. Dos minutos después de ocurrido ya se registraba la información en la radio, En menos de diez ya la noticia había sido publicada en varios blogs,y quince minutos después ya estaba en El Tiempo.com. La otra cara, la que es preocupante, es la desorientación de las personas en estos casos, la pasividad a la hora de reaccionar y peor aun, la falta de precauciones para atender una emergencia. Empezando por mi misma!!!!!!

A esa hora aun no estaba acostada, estaba conectada y no percibí ningún movimiento, hasta cuando mi hermano salio gritando "Está temblandoooooo" y adivinen que: no le creí!! y me quedé fresca en mi silla, hasta que me insistió para que comprobara y efectivamente, se movían cortinas, lámparas y otras cosas. Él sugiríó rápidamente "salgamos del edificio" (vivo en un tercer piso), yo dije "qué mamera, para qué" Y aquí viene el colmo: le grité a mi esposo que ni se le ocurriera salir descalzo y en pijama, y que además sacara las llaves.... como si a la hora de una catástrofe le importara a uno la facha de los otros, o como si las llaves fueran a servir de algo.

Salimos. Varias personas afuera (algunas en pijama), todas mirando hacia los pisos superiores del edificio, otras que no habían bajado, mirando por las ventanas, se reian de vernos ahí afuera, en fin, para todos los gustos. Esto me hizo que me percatara de la suerte que habíamos tenido de que no fuera algo serio, porque no estaba en absoluto preparada, y créame, me dio vergüenza.

Aparte de que tengo amortiguador incorporado y por eso no sentí nada, fuí escéptica y renuente a salir del edificio, aunque fuera sólo por precaución. Peor aun, inmediatamente comencé a realizar un inventario de las cosas que necesitaría o serían imprescindibles a la hora de una emergencia. Empecé por la linterna. Adivinen qué... no había linterna!!! Seguí el recorrido mirando donde habían cobijas, toallas, fósforos, etc. En fin, me demoré un poco identificando dónde estaban las cosas que servían, ni siquiera sabía donde estaba mi teléfono celular en ese momento, encontré demasiadas botellas de licor, pero ni una de agua mineral, tampoco alimentos no perecederos, no tengo lista de teléfonos de emergencia y nunca se me había ocurrido pensar en el hospital más cercano, y el botiquín no podía haber estado más escondido en una gaveta del baño. Lo peor sucedió entre domingo y lunes cuando pregunté a la familia y algunos compañeros del trabajo cómo habían experimentado el suceso, y no se imaginan.... había gente que ni se había enterado de que había temblado el sábado a la media noche!!!!!!!! No hay reacción, menos prevención, nada. Eso sí, el cuento del terremoto que sepultará Bogotá, de la grieta enorme que se abre cerca de Cota o Suesca o yo no sé donde, de la profecía del Padre Margallo, etc, todo el mundo lo sabe y lo repite. Para qué?

La Administración Distrital ha hecho su esfuerzo, hasta tiene un sitio de pevención y consulta en internet, pero nada, la ciudadanía en las mismas. No vi ningún comentario especial, ni información preventiva ni nada referente al tema en la empresa donde trabajo, en el conjunto donde vivo, ni tampoco indagando con conocidos. No sabemos nada ni nos interesa.

La comunicación va ok,todo en tiempo real, super, y hasta intercambiamos comentarios e impresiones. Pero no dejo de pensar, qué suerte que no me haya caido el techo encima. A prevenir!!! o al menos a reaccionar!!!

EAP

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