lunes, 7 de mayo de 2007


">HOMENAJE A GILMITA, MI MAMITA, QUE HACE UN AÑO QUE NO ESTÁ ENTRE NOSOTROS

In Memorian, 08/11/1944 – 08/05/2006

Aunque el tema que alude el título es la muerte, quiero escribir sobre la vida, la vida con propósito y la vida con resultados. Hace un año mi má no está más entre nosotros, la extraño a diario, he hecho mi camino de lágrimas sin tomar atajos y no hay un solo día en que no piense en ella, pero ella es una de esas presencias que habitaron en el universo, cuyo recuerdo y fuerza es mucho más que su ausencia. Viví 27 años con ella, no se cuánto más viviré, pero durante todos esos años que me faltan por vivir, su huella seguirá presente.

Mi mami es uno de esos personajes que aún habiendo dejado este valle de lágrimas en condiciones realmente trágicas, al recordarla son muchas más las alegrías que provoca y las sonrisas que roba, que la tristeza y la amargura propias de la ausencia. Esto podrá sonar muy de cajón, de obituario, pero es cierto: cuando uno nace, encarna, y cuando muere desencarna, pero las presencias quedan, igual que los recuerdos, es a lo largo de la vida que vas tallando una huella entre los tuyos (y los no tuyos también), y de cómo sea esa huella depende que tu presencia sea efímera, que se esfume cuando desencarnes tu cuerpo, o por el contrario, que aún habiendo desencarnado, perdure y continúe presente, como mi mami!!

Pero cuidado, cuando digo “presencias”, no tiene nada que ver con presencias físicas, experiencias con fantasmas ni manifestaciones sobrenaturales, historias de ultratumba de las del Discovery Channel, ni nada de eso. No la he visto nunca en sueños vestida de blanco, diciéndome que está feliz, que deje de llorar. Nada de eso ha pasado.

La presencia a la que me refiero son mi fuerza y mi alegría. La fuerza me la da su fuerte carácter, el valor con el que asumió su vida, con el que nos dio fortaleza a mis hermanos, mi padre y a mí cuando lo necesitamos, la forma como nos enseñó a aprender de nuestros errores, hacernos cargo de nuestras decisiones y aprovechar las oportunidades, y lo más importante, que ella nunca le tuvo miedo ni a la muerte ni a nada, excepto a una sola cosa: la soledad. Debe ser por eso que sé que no me deja sola, para que yo no me sienta así. Mi alegría me la ha dejado su gran sentido del humor, aun en las peores circunstancias (qué recuerdos tan placenteros), su frescura y serenidad en todo momento, la aceptación paciente y valiente de su enfermedad sin quejarse nunca, su generosidad sin límite, la paciencia y compasión para cada ser humano, y la sinceridad a costa de todo. Por eso fue más amiga que cualquier otra cosa. Y aunque fue la persona más importante en mi vida y su partida fue muy rápida y jamás hablamos de muerte, como mamá esto fue lo mejor que me dejó: ME ENSEÑÓ CÓMO VIVIR LA VIDA SIN ELLA, SIN DERRUMBARME, SIN QUEJARME, SIN RENEGAR. PORQUE LA MUERTE A VECES NO ES EL PEOR DESENLACE, ES EL MOMENTO FINAL EN QUE SE CONFIRMA QUE LA VIDA TUVO SENTIDO, QUE LUCHASTE Y LO HICIESTE BIEN, QUE GANASTE!!!!!!!!!!

No todos los mortales se podrán dar el lujo de que el día de su último adiós, al final del funeral y al final de todo, su familia y amigos la evoquen más entre risas y alegres recuerdos que con amargura y dolor. Esa es mi mami: ALEGRIAAAAAAAAAAAAAAA ....TE QUIERO MAMI.



Por último escuchen esta canción de Los Auténticos Decadentes. Con música todo es más bonito!!!

2 comentarios:

Unknown dijo...

Yo lo entiendo como tu lo entiendes.

Jorge dijo...

Hola mi amor. Te felicito por tu blog. Has comenzado muy bien. Espero que lo sigas alimentando diariamente para que todos opinemos sobre los temas que te interesan. Te amo.